Con proscripción y persecución política NO HAY DEMOCRACIA

Poder mediático, económico y judicial atacan de manera coordinada, una vez más, nuestras libertades democráticas. La persecución política a Cristina Fernández es más que la persecución a una de las dirigentes más importantes de nuestro país: es un aviso para todxs lxs que queremos protestar, criticar o disentir con el modelo de hambre y represión que pretenden imponer las élites.

Los tiempos de la justicia no son inocentes: la amenaza de una condena días después de que Cristina haya anunciado su condidatura deja en evidencia que se trata de una maniobra proscriptiva. Ni el poder judicial, ni el económico ni el mediático están por encima de la democracia, y no pueden decidir quienes son candidatxs y quienes no.

La democracia, por la que tanto luchamos, se defiende y se construye en las calles.