20 años del No al ALCA

El 5 de noviembre se cumplen 20 años de un hecho fundamental en la historia de lucha de los pueblos de latinoamérica: la consumación del rechazo al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).

 

Una jornada que quedó en la memoria como la del “NO al ALCA”, en la que pueblos y gobiernos logramos ponerle un freno a la política neocolonial y de saqueo de los Estados Unidos.

 

Más allá de la efeméride, el No al ALCA no se consumó de un día para el otro: fue un triunfo construido con años de lucha y de rebeliones populares antiimperialistas que se sucedieron durante toda la década del 90 y principios de los 2000. La política neoliberal que hizo hegemonía en nuestra región por esos años causó profundos estragos sociales, económicos y políticos, aumentando de forma considerable los niveles de pobreza y desempleo, profundizando el saqueo de nuestro bienes naturales y reduciendo los márgenes de soberanía política y económica a partir del masivo endeudamiento público.

 

El NO al ALCA constituyó, entonces, una victoria popular y un cambio de etapa: de forma diferente según cada país, nuestras economías y sistemas políticos se hicieron de mayores niveles de autonomía respecto a Estados Unidos y sus organismos satélites (como el FMI), y se lograron importantes niveles de justicia social y reducción del desempleo.

 

Debemos remarcar, en este punto, que la derrota del ALCA tuvo también una significativa dimensión cultural, ya que el proceso de lucha que hizo posible esa gesta estuvo fuertemente marcado por la reivindicación de la identidad latinoamericana y sus múltiples y plurales expresiones.

 

Hoy, lamentablemente, las circunstancias son muy distintas. Ante el declive de su hegemonía, el proyecto colonial de los Estados Unidos pretende fortalecerse en el continente americano. En nuestro país, asistimos al triste y doloroso espectáculo de un presidente que pisotea nuestra dignidad como argentinxs y que abre las puertas a la injerencia yankee de forma inédita.

 

Hoy, que nos encontramos en vísperas de un nuevo Día de la Soberanía Nacional el próximo 20 de noviembre, recordamos el NO al ALCA como una muestra de lo que podemos lograr los pueblos latinoamericanos con la lucha, la unidad y la solidaridad. El camino por delante es largo y cuesta arriba, pero no tenemos dudas de que más temprano que tarde lograremos alumbrar un nuevo proceso para quebrar los proyectos políticos y económicos que nos precarizan, someten y hambrean.